viernes, 8 de febrero de 2013

Ayudar, o por lo menos intentarlo

Odio tener amigos que lo están pasando mal (ya sea porque están deprimidos, porque han roto con su pareja o porque la carrera los consume mucho más de lo que debería, o simple y llanamente porque no están bien) y no ser capaz de ayudarlos. Odio que por mucho que intente hablar con ellos y hacerles saber que estoy aquí para ellos, para hablar, para distraerles, para lo que necesiten, que parezca que nada de lo que digo sirve y que sigan mal.
Es horrible saber que una persona que te importa no está bien, que está deprimida y que no consigue animarse y que tú no seas capaz de hacer nada. ¿Cómo demuestras que realmente te importan? ¿Cómo les demuestras que si te necesitan para lo que sea, por tontería que parezca, estás ahí para ellos?
¿Por qué cojones es tan difícil demostrarle a los demás que son más importantes de lo que piensan, y que no todo es tan negro?
Lo único que puedo hacer es decirles una y otra vez que estoy aquí. Hablar con ellos parece inútil porque luego descubres que piensan que nadie les entiende. Yo no soy una persona que suele pasar por malos momentos, cuando estoy de bajón lo único que necesito es algo de tiempo y quizás desahogarme (de ahí este blog) y ya se me pasa, y quizás por eso me agobia tanto saber que hay quien pasa por momentos malos demasiado a menudo, saber que hay gente que me importa que parece no darse cuenta de que no todo es tan malo como a ellos les parece.
Odio ser tan invisible para la gente que me importa. Tengo el presentimiento de que por mucho que intente demostrarles que estoy ahí para ellos, no va a servir de nada. Que no me van a escuchar, que no voy a conseguir demostrarles lo importantes que son. Y eso es algo que me deprime y asusta a partes iguales.